La actual situación de parón casi total de la actividad empresarial en España, derivada de la pandemia del COVID-19, ha llevado al consistorio de la ciudad de Alicante a pensar en cómo apostar por el empleo para cuando termine el confinamiento. El ayuntamiento es consciente de la importancia que el ladrillo ha vuelto a tener en los últimos años para la economía local y ya trabaja en medidas para facilitar los trámites de la construcción.
Y la primera medida que el gobierno local tiene que aprobar es la de la modificación de criterios en la concesión de las licencias de obras y su consecuente agilización; uno de los cuellos de botella más importantes en la construcción en los últimos años en España. Así, desde la concejalía de Urbanismo de la capital alicantina pretenden que el criterio principal en torno a la concesión de las licencias sea el del número de empleos asociados al proyecto, en lugar del cronológico de presentación, que es el habitual.
Asimismo, desde Urbanismo del consistorio pretenden aplicar procedimientos de tramitación de urgencia para de esta manera minimizar los trámites para conceder las necesarias licencias. Mientras tanto, han prorrogado todos los plazos de las licencias concedidas para las obras en marcha -ya sean las tramitadas a través de una declaración responsables, las que se conceden para obra menor, las de demolición y las de obra mayor- por el mismo periodo que dure la suspensión de actividad derivada del decreto de estado de alarma.